"Nuestra misión sigue siendo la misma": OpenAI da marcha atrás y afirma que su organización sin fines de lucro seguirá controlando el negocio OpenAI está transformando su unidad con fines de lucro en una corporación de beneficio público.

Meses después de haber declarado públicamente su intención de modificar su estructura corporativa, OpenAI ha dado marcha atrás y decidió que su brazo sin fines de lucro seguirá controlando su negocio con fines de lucro.

Según una publicación en el blog de OpenAI liberada este lunes, el consejo de administración de la empresa resolvió que, en adelante, OpenAI continuará bajo la supervisión y el control de su división sin fines de lucro.

"OpenAI se fundó como una organización sin fines de lucro, y actualmente está supervisada y controlada por esa entidad", escribió Bret Taylor, presidente del consejo de OpenAI, en la publicación. "En el futuro, continuará siendo supervisada y controlada por esa organización sin fines de lucro".

La unidad con fines de lucro de la empresa, una LLC que ha operado bajo la estructura de la organización sin fines de lucro desde 2019 y que continuará haciéndolo, se convertirá en una corporación de beneficio público (PBC, por sus siglas en inglés: Public Benefit Corporation). Una PBC es una empresa con fines de lucro que debe considerar el bien público además del beneficio económico en sus decisiones. La división sin fines de lucro de OpenAI controlará esta PBC y será su principal accionista.

"Nuestra misión sigue siendo la misma", señaló Taylor. La misión de OpenAI es "garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad".

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En diciembre, OpenAI había indicado en una publicación de blog que estaba considerando convertir su unidad con fines de lucro en una PBC, pero con control total sobre las operaciones y el negocio de OpenAI. El brazo sin fines de lucro no supervisaría a la unidad con fines de lucro, sino que se encargaría únicamente de las iniciativas benéficas.

Este lunes Taylor escribió que OpenAI decidió revertir esa dirección y mantener el control de la unidad con fines de lucro bajo la organización sin fines de lucro, tras conversaciones con líderes cívicos y con las oficinas del Fiscal General de Delaware y de California.

Más de 30 líderes cívicos, exempleados de OpenAI y ganadores del premio Nobel enviaron cartas el mes pasado a las oficinas de los fiscales generales para pedir que detuvieran el intento de OpenAI de romper con su estructura de gobernanza sin fines de lucro.

Recientemente OpenAI se ha visto envuelta en una batalla legal con Elon Musk, quien ayudó a cofundar la empresa y se retiró a principios de 2018 tras un intento fallido de tomar el control. Desde entonces, Musk ha presentado demandas contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, acusándolos de violar el acuerdo fundacional de la empresa y de trabajar para maximizar las ganancias de Microsoft en lugar de beneficiar a la humanidad en su conjunto. Microsoft ha invertido cerca de $14,000 millones de dólares en OpenAI.

Musk incluso lideró una oferta no solicitada para comprar OpenAI por $97,400 millones de dólares en febrero, la cual Altman rechazó rápidamente en X. Al momento de esta publicación, Musk no había comentado al respecto.

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OpenAI comenzó como una organización sin fines de lucro en 2015 y en 2019 se transformó en una empresa de "lucro limitado", lo que significa que sus ganancias estaban limitadas a cierto tope, y las utilidades excedentes se destinaban a la organización matriz sin fines de lucro. Ese mismo año, su unidad con fines de lucro recaudó $1,000 millones de dólares de Microsoft, además de una ronda inicial de financiación de $100 millones.

En noviembre de 2022, OpenAI lanzó su chatbot de inteligencia artificial ChatGPT, que para marzo era utilizado semanalmente por 500 millones de personas en todo el mundo, frente a los 400 millones de febrero.

En marzo, OpenAI cerró una ronda de financiamiento de $40,000 millones de dólares, la mayor operación privada en el sector tecnológico hasta la fecha, que valoró a la empresa en $300,000 millones.

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